El primer paso es facilitar a los alumnos dos listas de palabras. Cada una de estas listas deben ser grupos de palabras de la misma categoría, por ejemplo: sustantivos, verbos, adjetivos:

- niño
- perro
- cielo
- árbol
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- rubio
- pulgas
- nubes
- manzanas


Al mismo tiempo que entre todos vamos viendo las palabras, es conveniente que los niños describan qué les sugiere cada una.

Después, les ayudaremos a que relacionen las palabras de cada columna que más se ajustan: "árbol - manzanas".

Por último, el profesor debe ayudar a los alumnos con palabras como "es", "tiene", "da", etc. a relacionar nuevamente ambas columnas, de forma que sean ellos mismos los que unan las tres palabras: "árbol da manzanas"


En niveles más avanzados, los mapas conceptuales pueden se trabajan a partir de textos, breves lecturas que tengan un mensaje claro y en los que hayan CONCEPTOS CLAVES. Se pedirá a los alumnos que ellos mismos dividan las distintas partes del texto y que obtengan esas PALABRAS CLAVES.

Entre toda la clase se irá realizando el mapa conceptual en la pizarra. Primero, apuntando las palabras claves que han ido apareciendo en orden, después relacionándolas mediante palabras enlace.

Es normal que no todos los alumnos trabajen de la misma forma y que el orden de los conceptos y las formas de los mapas sean distintas. No es nada negativo, más bien al contrario, aprenden que hay distintas formas de plantear las ideas, comprender el texto, matices, modos de entenderlo...


También pueden trabajarse los mapas en actividades en grupo. Los alumnos deben plantear todos los pasos anteriores por ellos mismos en función del tema del proyecto.

Es bueno que en los exámenes haya al menos una pregunta que requiera la elaboración de un mapa conceptual. Así organizan ideas, aprenden a estudiar y nosotros como profesores conoceremos el nivel de comprensión y relación de los términos y las ideas principales que los alumnos tienen de la materia.